Claudio Bruzzese, guitarrista y compositor

Claudio Bruzzese, guitarrista y compositor

Entrevistamos a Claudio Bruzzese, gran músico con raíces argentinas afincado en España. Hablamos sobre sus inicios y sobre su música. Esperamos que os guste.

¿Qué es para ti la música?

Para mí la música es la vida misma, el oxígeno que necesito para poder respirar. Es como el agua que necesita una planta para no secarse y marchitarse. Necesito todos los días de ella, sino la tengo, me seco y me marchito.

¿Cómo surgió tu interés por ella?

Creo que fue desde antes de nacer, ya que en mi antepasado había músicos profesionales en la familia, por ejemplo, mi tátara abuelo fue director de orquesta y flautista. De muy chico, me ponía algún disco, y con una escoba hacía que tocaba como si fuese una guitarra, ya en 5to de la primaria formé mi primer grupo para el día del maestro, haciendo playback, y tocando con guitarras de cartón forradas hecha por nosotros, en el último curso de la escuela primaria comenzaban clases extraescolares de música, y me apunté, solo estuve tres meses, porque me aburría la forma de enseñar de esa profesora, y como me gustó ese primer contacto con la música, quise más y entonces busque profesores particulares, y de ahí en más no paré, hasta llegar a lo que soy hoy día. 

¿Cuáles fueron tus influencias?

Mis influencias fueron muy variadas, en mis comienzos fueron grupos nacionales de Argentina como Los Gatos, Arco Iris, Sui Generis, Pescado Rabioso, entre muchos otros, luego llegan los Beatles, y el rock ingles Deep Purple, Emerson Lake & Palmer, Yes, King Crimson, Genesis, Pink Floyd, también aprendí mucho de Joe Pass, Chic Corea, Bill Evans, y del jazz en general, a los 15 años escucho por primera vez a Astor Piazzolla, el primer disco fue Libertango grabado en Italia y el segundo fue Reunión Cumbre con Jerry Mulligan; y a partir de aquí cambió mi historia, me fui centrando más en la música argentina de proyección. También en la época del conservatorio, todos los clásicos me han influenciado mucho, como Bach, Chopin, Brahms, Debussy, Ravel, Scriabin, Stravinski.  

Cuando viste, o como fue ese momento en el que decidiste dedicarte profesionalmente a ello? 

Fue un proceso lento, mi padre fue Disk Jockey, y coordinaba grandes eventos musicales, y yo desde muy chico rondaba esos escenarios con los famosos del momento (nacionales e internacionales), hablo de los años ´70 en Argentina. Un buen día cae en mis manos una guitarra que me habían prestado, y empiezo a estudiar, y con 13 años formo mi primer grupo con mis primos, tocábamos en los festivales de Rock que se organizaban en las escuelas secundarias, y ya a los 15 años, no pude separarme más de la guitarra y de la música en general, mientras preparaba algún trabajo práctico para la escuela, mi guitarra estaba siempre al lado mío acompañándome, así que fue en ese momento cuando decido prepararme para entrar al conservatorio y dedicarme profesionalmente.

Para ti ¿Qué requisitos debe cumplir un buen músico?

En primera instancia, amar la música, tener mucha paciencia, a mi entender, debe tener un concepto amplio de la música, conocimientos de distintos estilos musicales, saber leer y escribir música, tener conocimientos de armonía y contrapunto, un buen tempo; si no reúne estos principios básicos, podrá ser solo un buen instrumentista, y nada más, la palabra músico es mucho más amplia y compleja, que solo dominar un instrumento.

¿Qué puedes contarnos acerca de tu música?

Básicamente compongo con una fuerte raíz argentina, con sus más variados ritmos, me gusta incursionar tanto con los sonidos electrónicos, como también los más acústicos, cuando me tocó componer una versión de Romeo y Julieta con una formación instrumental clásica (piano, violín, viola, cello, clarinete) sin querer salieron algunos sabores tangueros. Creo que mi música tiene influencias de todo tipo, me gusta mucho lo formal y estructurar muy bien la obra, como un edificio con un buen cimiento para que no se derrumbe, con una base muy sólida, también utilizo elementos del jazz con sus momentos de improvisación muy definidos, y también la energía rockera que no falte. 

¿Cómo es tu forma de componer?

No tengo una forma definida, a veces me puede venir una idea en mi mente, la transcribo al papel, y luego comienzo a desarrollarla, otras veces puedo empezar con un simple esquema armónico y luego surge la melodía, también puede empezar de una simple improvisación; piensa que Beethoven con solo tres notas te desarrollaba una sonata, o seabasta una pequeña semilla (lei motiv), y luego viene todo el trabajo intelectual.

¿Dónde podemos escuchar tus trabajos?

Mis discos están publicados en todas las plataformas digitales, la más popular es Spotify, se puede encontrar con mi nombre CLAUDIO BRUZZESE, el primer CD se llama EL SUEÑO HUMANO, el segundo se llama SIN FRONTERAS, y el tercero LOS DIEZ TANGAMIENTOS, además, ya estoy trabajando sobre un cuarto. También están editados en formato físico. Pueden ir también a mi canal de youtube

http://www.youtube.com/user/mrclaudiobruzzese

http://www.claudiobruzzese.com

¿Cómo ves el panorama actual?

Muy mal, hoy día los más jóvenes piensan que con un ordenador y unos cuantos sonidos electrónicos, pueden hacer música, pero esa música será pan para hoy y hambre para mañana, no tiene fundamento alguno, porque esos chicos se basan en soniditos, y no en los fundamentos de la música. Por suerte debo decir que no son todos así. (menos mal). También hay gente muy valiosa que todavía se preocupa por hacer buena música, y no hacerles caso a las multinacionales que solo les interesa hacer caja, en este caso la música estaría perdida. 

¿Qué escuchas diariamente? Depende del estado de ánimo con que me encuentre ese día, puedo escuchar música clásica, jazz, baladas en inglés, música de fusión, etc.

¿Quién ha sido tu mayor apoyo en tu carrera musical?

Principalmente el apoyo incondicional ha sido el de mis padres, siempre estuvieron ahí para alentarme y no dejarme caer, también he tenido maestros que me supieron dirigir muy bien en lo que a la composición se refiere.

Preguntas PING PONG

Una ciudad: Buenos Aires

Una canción: Imagine (John Lennon)

Un disco: Letter From Home (Pat Metheny)

Un Libro: Don quijote, el hombre de La Mancha

Un músico: Johann Sebastian Bach

Una bebida: Té verde

Una comida: Pizza margherita

Un bar/pub: No acostumbro ir a bares, pero si toca, que sea un sitio tranquilo.

Un lugar: Una playa tranquila en cualquier parte del mundo.

Un restaurante: Cualquiera con un buen menú vegetariano.

Una Película: Dos: Amadeus y Cinema Paradiso.

Un coche: No tengo preferencias, basta que me lleve a donde tenga que ir.

Seguimos

Cuéntanos algo que te encanta: Me encanta la natación, y disfrutar de la naturaleza, sobre todo los sitios que no estén contaminados por la mano del hombre. Me gustan mucho el mar y viajar por el mundo.

Algo que odias: Yo no odio nada, pero si hay cosas que no me gustan, como por ejemplo el reggaetón. Y otra cosa que me molesta mucho es cuando la gente habla en los conciertos. Siento que es una gran falta de respeto hacia al artista.

Consejo a un músico: 

Principalmente no dejar nunca de estudiar, siempre hay algo nuevo que aprender, el éxito no está en llegar a la meta, sino en el camino recorrido.

Cuéntanos que cosas vas a hacer próximamente:

Seguir produciendo mi música, y seguir tocando donde se pueda, y además seguir disfrutando de mi vida, ya que por ahora la tengo. 

Para la sección de anécdotas

Cuéntanos algo que te haya ocurrido en algún concierto, de gira o algo relacionado con el mundo musical.

Tengo muchas anécdotas, ya que son muchos años que estoy en esto, pero voy a contar una tragicómica. Era el año 1990; fue en la época que trabajaba en los cruceros. Mi primer trío se había disuelto y yo tenía que conseguir otros músicos para poder continuar. En poco tiempo consigo unos músicos extraordinarios, todo fue muy rápido. No tuvimos tiempo de ensayar nada. En el aeropuerto de Milano nos esperaba el manager que venía de Lugano (Suiza) para firmar el contrato, el avión nos estaba esperando para poder despegar, solo faltábamos nosotros tres. Fuimos corriendo por la pista hasta donde estaba el avión; todos los pasajeros mirando con caras largas, y finalmente despegamos con retraso.

Al llegar al puerto de Ámsterdam, donde estaba el crucero en el que debíamos embarcar, nos reciben muy amables, y nos dicen que vayamos a descansar, nos asignan la cabina, y nos fuimos a dormir. Al día siguiente a las 12 del mediodía nos golpean diciéndonos que teníamos que ir a tocar, y nosotros sorprendidos, porque no teníamos nada de repertorio preparado y todos los equipos estaban sin conectar, así que medios dormidos, medios despiertos, armamos y comenzamos a tocar lo que podíamos y sabíamos, por suerte nos salvaron los standards de jazz y bossa, y así arrancamos esa nueva aventura.