Basilio Martí, Pianista

Basilio Martí, Pianista

Os presentamos a Basilio Martí, pianista con una larga trayectoria profesional. Ha trabajado con artistas como: Hombres G, Quique González, Marta Sánchez, entre otros, y acompañó durante más de 20 años a Antonio Vega. Actualmente compone música para cine y televisión y trabaja en su proyecto personal.

Aquí os dejamos su entrevista para que podáis conocerle un poquito mejor. Esperamos que os guste.

¿ Cómo surgió tu interés por la música?

Mi interés por la música surgió cuando le regalaron a mi hermana un órgano Yamaha y empecé a toquetear y a ver cómo funcionaban los acordes. Empecé a sacar temas y a tocarlos con algún amiguete del cole, tenía unos 14 años. Luego me apunté al Conservatorio de Madrid y empecé la carrera de solfeo y piano. Mi profesora, Carmen Ledesma, me rechazó al principio por ser demasiado mayor, pero me hizo un examen y me aceptó como alumno, luego me presentó a algún concierto del Conservatorio y me dio clases hasta que se retiró.

¿Cuáles fueron tus influencias? 

Mis influencias en esos momentos eran Bob Marley, Supertramp, Police, en fin, toda la música increíble que había en esos momentos. Pero cuando empecé a estudiar me centré en la música clásica, Bach, Schumann…Con los años, y según creces, ya toda la música que escuchas acaba por influirte, incluso la que no te gusta, porque te acostumbras a escuchar y analizar todo lo que oyes, y pasa a formar parte de tu «librería».

¿Cuándo viste o cómo fue ese momento en el que decidiste dedicarte a la música?

Estudié unos años de Bellas Artes y me licencié en Periodismo, por lo que entré como redactor becario al diario ABC, era el año 90, pero estaba tocando con Nacho Béjar en su proyecto, luego hicimos un duo, Sonora, y grabamos un disco. Entonces conocí a Antonio Vega y me reclutó en su primera banda en solitario. Poco después dejé el periódico y me metí de lleno en la música. Fue una decisión difícil, que me marcó la vida, un cambio radical.

¿ Cómo fué acompañar durante tantos años a Antonio Vega?

Tuve mucha suerte de conocer a Antonio, además de a nivel personal, como profesional, porque creo que acertar así en tu primer trabajo como «mercenario» es increíble. Puedo decir que estar en su banda me enseñó casi todo lo que sé a la hora de estar en un escenario. Hacíamos muchos conciertos a duo y eso te da unas tablas increíbles, aprendí sobre todo a acompañar, a escuchar al cantante, saber lo que va a hacer, ayudarle a interpretar, meterte en un bucle con él, crear en tiempo real. En esa época tocaba con varios artistas: Quique González, Marta Sánchez, David Summers… pero mi puesto en la banda de Antonio era sagrado. Yo era muy joven cuando entré en su grupo y algunas cosas se me hacían duras, pero con los años aprendí a quererle y aceptarle como era, y lo que me daba a cambio era de un valor incalculable, empezando por su amistad. Antonio era un artista total, de 24 horas y 365 días, era agotador pero era muy generoso. La energía que desprendía en el escenario era brutal, incluso aunque tuviese un mal día, siempre había momentos de genialidad, no he conocido muchos más artistas con ese carisma, si acaso Enrique Urquijo.

¿ También trabajas creando música para televisión?

Si, estoy trabajando sobre todo para cine y TV. Es algo que siempre me gustó, pero ahora intento centrarme en ello porque me encanta poner música a imágenes. Acabo de recibir un Premio a la Mejor Banda Sonora por el cortometraje «Hacia Montañas Azules», de Javier Balaguer y Javier González en el festival «Rodando por Jaén», y he hecho músicas para varios cortos este año, también con Alber Ponte, y músicas para publicidad, series de TV…Tengo un pequeño estudio casero, Mescalero Estudio,  y hago grabaciones on line para discos también. 

¿ En qué te inspiras para crear esas composiciones?

Para inspirarme escucho las referencias que te dan los publicistas y productores, pero oigo mucha música de cine, sobre todo de los 70, 80, 90…Ahora a veces todo me parece igual, las películas y sus músicas, en su mayoría parecen la misma, con esas bandas sonoras exageradas y repetitivas. Me gusta Morricone porque siempre usa una melodía preciosa, no hay nada gratuito en su música. Me encanta también la música de series como «Anillos de oro», de García Abril, esas melodías tocadas con distintos arreglos según el momento dramático, me gusta Sakamoto, John Barry, Silvestri…  Se aprende mucho de lo bueno.

¿ Tienes algún proyecto personal?

Desde 2007 tengo un trio con el que puedo desarrollar mi faceta de compositor y pianista tocando mi propia música. El propio Antonio Vega tocaba conmigo los primeros años, lo pasábamos muy bien, él decía que le encantaba tocar la guitarra como un «mercenario», se ponía discretamente en la parte de atrás del escenario, pero él era una estrella y terminaba de «front man» cantando algún tema suyo con nuestros arreglos. He hecho tres discos, el último, «Transylvanian Suite», lo grabamos en una mañana con Javier y Jorge Santana, y es un homenaje a la pelicula «Nosferatu» de Murnau. Es un proyecto en el que llevo varios años trabajando: una banda sonora alternativa para la película, electrónica, jazzera, con funk, música clásica…para tocarla en directo con el trio. De momento damos conciertos convencionales, pero este año empezaremos a realizar el show completo, con la película en pantalla.

Para ti ¿qué requisitos debe cumplir un buen músico?

Para mí un buen músico, aparte de tener buen tempo, debe saber escuchar dónde está, qué instrumentos hay, buscar su hueco y que aporte algo a lo que está sonando, incluso puede aportar su silencio cuando es necesario. Creo que más importante que ser un virtuoso es encontrar un sonido propio, que te reconozcan escuchándote, eso es un éxito.

¿Cuál es el trabajo que has realizado del que te sientes más orgulloso?

El trabajo del que me siento más orgulloso quizá sean los arreglos de «Anatomía de una ola», los de Lucha de Gigantes para orquesta del disco «La edad de Oro del Pop español» -por los que me nominaron cuando había Premios de la Música- o la producción de «Me quedo contigo», cantada por Antonio Vega, y el primer disco de Marazu. Y con mis propios discos soy más exigente y obsesivo, intento no escucharlos porque siempre veo errores. 

¿Cuál es el estilo en el que te sientes mas identificado?

A mí el estilo que me surge naturalmente es el pop y el rock, creo que tengo facilidad para integrarme en una banda de este tipo, pero hoy día la separación de estilos es muy vaga, está casi todo mezclado y ya hay que escuchar y tocar jazz, hip hop, clásica, funk… No me atrevo con el flamenco ni la música latina, reconozco que esta última no la siento, la bachata, el merengue, la salsa… no me van. Sí me encanta la bossa nova. El flamenco es arte con mayúsculas, es patrimonio de España y su cultura y le tengo mucho respeto, tanto que medito mucho antes de aceptar hacer algo de este estilo, no la vaya a cagar.

¿Qué escuchas diariamente?

Diariamente oigo la música en la que trabajo en ese momento, «En casa de herrero…», pero me pongo a veces vinilos viejos de jazz y rock, escucho clásica, pop, de todo un poco. Aprovecho internet para estudiar, ver músicas de todo el mundo, estamos ante una gran oportunidad. Me gustan mucho Melhdau, Glassper, Debussy, Bill Evans…

¿Como ves el panorama actual?

Respecto al panorama actual, me parece  evidente que está fatal, porque todo está mal, no sólo la música. Pero he de decir que el sector musical en España está destruido por sucesivas administraciones desde hace décadas, una destrucción moral y material. No se enseña a respetar el arte ni a los artistas, no se educa, dejan a las emisoras distribuir toda esa mierda y luego se quejan de lenguajes sexistas y cosas de esas. La única manera de amar el arte es estudiando, escuchando, despertar un interés y una curiosidad, o por internet, o educando en las escuelas, pero cada día menos gente se interesa por todo esto.Además, el covid ha dejado al aire la mala forma en la que se encuentra nuestro gremio. A la mayoría no le han llegado ayudas de ningún tipo porque ya era un sector tocado, donde es difícil cotizar, pagar los autónomos, y cuando llega la pandemia, como siempre, ofrecen ayudas a los que han trabajado últimamente, los que han cotizado, los que estaban trabajando, pero la mayoría de este sector vive al día y de puro milagro. No perdono ver a tantos músicos profesionales pasarlo tan mal, es injusto. Seguramente muchos de los que nos dedicamos a esto dejaremos la profesión en unos meses, si no se plantea una ayuda real a músicos, técnicos, salas…y una revisión del régimen laboral de este sector, las cotizaciones, seguros, etc., muchos no dispondrán ni de una pensión.

Preguntas PING PONG  ( Responde con una palabra)

Una Ciudad: Madrid

Una Canción :»SIster, brother» de FJ Mac Mahon

Un Disco : «Grace» de Jeff Buckley, o cualquiera de Bowie.

Un Libro: Los comics de Tintin

Un músico: Miles Davis

Una bebida: La cerveza

Una comida: Huevos fritos con patatas y chorizo

Un Pub: El Honky Tonk cuando abrió, con Antonio Yenes, y el Penta.

Un lugar: La antigua finca de mis abuelos, El Cerro, en Barajas de Melo, Cuenca.

Un Restaurante: Nada como comer  la comida de mi madre.

Una Película: «Apocalypse Now», de Coppola.

Un coche: Un Ford Mustang como el de Stevie MacQueen.

Seguimos !! Cuéntanos algo que te encanta:
Me encanta boxear, lo hago desde hace casi 30 años, y ahora imparto clases y sigo entrenando, es imprescindible en mi vida.

Algo que odias:
Odio a los políticos, por su falta de sensibilidad, abandono, avaricia e incompetencia. Y aborrezco a toda esa gente que está destruyendo la Sgae desde dentro, es algo que lamentaremos toda nuestra vida.

PARA LA SECCIÓN DE ANÉCDOTAS
Cuéntanos algo que te haya ocurrido en algún concierto, de gira o algo relacionado con el mundo musical


Siempre lo cuento, pero Antonio Vega presentó en el Penta «Esperando Nada», el primer single de su primer disco en solitario, «No me iré mañana». Yo fui a verle porque salía todos los días por la zona y le había conocido poco antes. Cuando pusieron el tema en el equipo de música me pareció increíble, precioso, y me acerqué a felicitarle y decirle que era teclista y que si me haría una prueba, ya que estaba buscando músicos para su banda. El me contestó algo como «ah, sí, me acuerdo de ti, espera un momento». Le dijo a su manager que se acercara y le dijo «Tómale los datos a este chico, es mi nuevo teclista, ya estamos todos». Y ahí me quedé casi 20 años. Nunca agradeceré lo bastante a Antonio su confianza en mí desde el primer día, al aceptarme en su banda y como amigo, me abrió puertas en mi vida que de otra manera habrían estado cerradas.