Alberto Anaut, entrevista

Os presentamos a Alberto Anaut, músico, cantante y compositor con una gran trayectoria profesional. Hablamos sobres sus inicios y sus últimos lanzamientos. Aquí tenéis su entrevista esperamos que os guste.

¿Qué es la música Para Alberto Anaut?

Es una forma más de expresión. Muy similar a otra lengua. Nos permite comunicarnos con otros músicos y no músicos. Expresar cosas que las palabras no cubren.

Es también una vía de escape para los momentos malos, un refugio que siempre me queda cuando todo parece ir mal. Por eso no debería estar reservada para unos pocos, creo que cualquier humano se beneficiaría de poder ejecutarla, mejor o peor. Y eso debería empezar en los colegios.

¿Cómo surgió tu interés por cantar y componer?

Mi padre tocaba la guitarra a los pies de mi cama cuando no podía dormirme. Esa guitarra rondaba por casa y mis hermanas estudiaban piano clásico. Tener instrumentos a mi alcance y muchos discos en casa despertaron mi interés. Desde pequeño sentí el ritmo y me encantaba imitar voces. José María García, Ozores… al final, empezar a cantar no es más que imitar a tus ídolos.

Tuve la suerte de que mis padres me apuntaron con ocho años a clases de guitarra en mi barrio. A partir de ahí, fue una pequeña obsesión personal. Con un tascam de cuatro pistas grababa mis propias versiones de Nirvana, NoFx… Luego Bob Marley and the Wailers… Y a tocar con gente.  Alquilar locales por horas y meternos a tocar con unas litronas fue mi vía de escape en la adolescencia. Aún hoy me encanta ensayar.

¿Cuáles fueron tus influencias?

De la música que escuchaba mi padre (mi madre no era tan melómana), lo que más me gustaba era el country. Nunca escuchó mucha música negra, que es quizás mi favorita. Pero esas canciones de John Denver, Hank Williams, Willie Nelson… Aún hoy las chapurreo cuando me acuerdo de ellas.


La primera banda de la que recuerdo ser fan fue Nirvana. Me pegó en plena adolescencia y con un walkman. Recuerdo intentar cenar en casa con mis padres y mis dos hermanas con los auriculares de Iberia puestos en la cabeza. No paraba de escuchar música (y hoy en día creo que es lo más importante que puede hacer un músico por su carrera).

Después, la cosa se radicalizó y me enganché al punk y al hardcore, aunque siempre con bandas muy melódicas: Nofx, Lagwagon, Snuff, No use for a name. Si con Nirvana empecé a tocar la guitarra, con el hardcore comencé a tocar en bandas.

Empecé a cantar en aquellas bandas, porque nunca había cantante. Fue aquella coincidencia la que me hizo no tener vergüenza con un micro.

De aquella explosión de adolescencia, desemboqué en el reggae. Supongo que fumar canutos en la universidad y rodearme de gente de buena onda ayudó a llegar a aquella música increíble. The Wailers, Peter Tosh, The Abyssinians, el dub…

Y de ahí al Acid Jazz, la parte hortera y la punta del iceberg de algo que me lleva enseñando muchos años. A través de Brand New Heavies o Jamiroquai, llegué a James Brown, Ray Charles, Etta James… Y posteriormente al jazz.

Estudiar guitarra de una manera seria me hizo llegar a ese lenguaje melódico y armónico que me abrió los oídos y la cabeza: «Jazz is the teacher, funk is the preacher», como dicen en Estados Unidos.

Ahora me doy cuenta de lo cerca que están todos esos estilos, en realidad. La manía de colocar los discos en estanterías diferentes en las tiendas ha generado más equivocaciones que otra cosa.

¿Cuándo viste o cómo fue ese momento en el que decidiste dedicarte a la música?

Mi profesor de guitarra en aquel momento era Chuma Segura. Un músico sensible y una persona amable y generosa que me ayudó a encontrar mi voz y mi oficio. Mis padres hablaron con él cuando les dije que quería ser músico. Él les animó a que me dejaran intentarlo, aunque estudié Comunicación Audiovisual por si aquello no salía bien.  Qué suerte he tenido con unos padres que me han apoyado y me han permitido estudiar.

Cuéntanos un poco sobre estos dos primeros singles que has presentado hace poquito: «Lejos de Aquí» y «Todo lo que callo»

Son la búsqueda de una manera de escribir letras en castellano y una música que las aloje con unidad. Cada disco de Anaut ha sido fruto de la música que escuchábamos en ese momento . Cuando algo no ha salido bien, ha sido precisamente por pensar en lo que al oyente le podría gustar, más que en lo que a nosotros nos pone.

Esos dos singles son un paso adelante como escritor y el primer adelanto del Lp que saldrá en 2023, con letras en castellano y música que me gusta y con la que me siento cómodo.

¿Cómo es el proceso de composición de Alberto Anaut?

Ha cambiado radicalmente con el cambio de idioma. Cuando escribía en inglés, la música era lo primero. Siempre he procurado que las letras tuviesen un significado para mí, con el que los demás pudiesen identificarse, aunque los ritmos, los riffs, las armonías y las melodías siempre eran el motor.

Ahora recopilo temas, anécdotas y reflexiones para hacer letras y, a la par, escribo melodías, armonías y ritmos pensando en ellos. Intento escribir menos, pero mejor. Pensar menos en el estilo de la canción y más en la unidad del mensaje y la música.

¿Cómo le explicarías a alguien que nunca te ha escuchado, cómo es tu música?

Canción de autor basada en la música negra, sin ser Rhythm and blues.

¿Quiénes son los músicos que te acompañan en esta andadura?

Gabri Casanova y yo estudiamos juntos en la Escuela de Música Creativa. Ahí empezamos a tocar y hoy seguimos juntos. Nos hemos visto crecer y, como en las familias, nos decimos lo bonito y lo no tan bonito, XD.

Javi Skunk llegó más tarde a la banda, en mitad de la grabación del segundo Lp, «Time goes on». Venía de bandas que para mí han sido un referente: Celofunk, The Sweet Vandals, Superskunk.. Y de pinchar durante centenares de noches. Ha sido la persona que me ha hecho darme cuenta de la importancia de escuchar mucha música para ser mejor músico, para encontrar tu propia voz.

Por supuesto, participo en más proyectos y hemos visto cómo ha crecido la escena en Madrid en estos años. Cada género va un poco a su bola, pero todos nos encontramos en los trabajos que tenemos que hacer para pagar las facturas y nos encanta tocar juntos.

¿Cuándo podremos veros tocar en directo?

¡En 2023 vamos a montar una gira como las de antes!

¿Cómo ves el panorama actual?

No sabe, no contesta.

¿Quién ha sido y está siendo tu mayor apoyo en tu carrera profesional?

Mis padres, mi mujer, mis compañeros músicos y mis profesores. Joaquín Chacón merece una mención especial: fue la primera persona con la que comprendí la guitarra. Mayka Edjó me dijo en 2010 que grabase mis temas, así que también ella tiene un hueco enorme in my heart.

Preguntas PING PONG  (Responde con una palabra)

Una ciudad: Madrid
Una canción: That´s life
Un disco: Inspiration Information (Shuggie Otis, 1974)
Un cantant@: Ray Charles / Etta James / Ella Fitzgerald. Lo siento, no puede haber sólo uno.
Un libro: El libro de las ilusiones, Paul Auster
Un músico: Ry Cooder
Una bebida: Zumo de tomate preparado
Una comida: Arroz
Un bar/pub: Hell dorado. (Vitoria-Gasteiz)
Un lugar: Galicia
Un restaurante: Honky-Tonk Taberna, Monesterio (Extremadura)
Una película: Casino 
Un coche: DMC DeLorean

¡¡Seguimos!!

Cuéntanos algo que te encanta: Reírme con mi hija. 

Algo que odias: Que todas las personas intentemos ser buenas, pero en conjunto seamos unos putos desgraciados.

Cuéntanos qué cosas vas a hacer próximamente.

Comer y ducharme… Malísimo orden, lo sé.

PARA LA SECCIÓN DE ANÉCDOTAS
Cuéntanos algo que te haya ocurrido en algún concierto, de gira o algo relacionado con el mundo musical.

Un verano, toqué en una orquesta por pueblos de Castilla-León. En el primer concierto llegamos a un pueblo de Guadalajara donde esa noche se habían asfixiado dos vecinos con una estufa de gas. Todo el pueblo de negro y el alcalde borracho. El viaje a ninguna parte.

Foto de José Aguilar